¿Está pasando mucho tiempo en casa con sus hijos? ¿Está buscando actividades divertidas y saludables para hacer juntos? Pruebe con el juego “¿Qué harías si…?”
El juego “¿Qué harías si…?” es una manera excelente de plantearles a los niños situaciones que podrían enfrentar en la vida y tendrían que solucionar. Como padre, madre o cuidador, es importante decirles a sus hijos que siempre contarán con usted y pueden contarle lo que sea. Pero no siempre podrá estar allí, al menos no físicamente. Con el juego “¿Qué harías si…?”, les da a sus hijos la oportunidad de desarrollar la capacidad de tomar decisiones positivas y la confianza que necesitan para solucionar problemas por su cuenta. Ayuda a desarrollar la resiliencia, que es crucial para superar los obstáculos.
Pregúnteles a sus hijos cómo se sienten en este momento. Hágales preguntas hipotéticas: “¿Qué harías si…?”. Mezcle preguntas reales con preguntas tontas para mantener su interés. “¿Qué harías si conocieras a un extraterrestre? ¿Qué le preguntarías? ¿Qué harías si pudieras ser un superhéroe? ¿Cuál sería tu superpoder? ¿Qué harías si alguien que te desagrada intenta besarte?”. El entorno actual es un ejemplo perfecto de cómo hablar sobre diferentes situaciones, algunas que nunca consideró posibles, y sobre cómo sus hijos podrían reaccionar ante ellas.
¿Cómo se juega?
Identifique las posibles situaciones de seguridad según la edad. Darkness to Light tiene un paquete de inicio con cartas del juego “¿Qué harías si…?” disponibles en nuestro escaparate que puede utilizar, pero estos son los aspectos básicos:
- Juegue en un entorno casual y neutral. ¡Es un juego excelente para jugar mientras conduce!
- Pruébelo en pequeños grupos de niños de edades similares o con su familia.
- Haga preguntas sobre una combinación de acontecimientos de la vida diaria, situaciones inesperadas y violaciones de límites sexuales.
- Diga con claridad que se trata de un juego. Uno no espera que estas cosas ocurran, pero es bueno estar preparados.
- Incluya solo dos o tres situaciones cada vez. Juegue “¿Qué harías si…?” varias veces; no lo juegue todo de una vez.
- Si no desea comprar las cartas en el escaparate, utilice fichas para crear su propia baraja.
- Es posible que algunos niños deseen escribir sus propias situaciones, una vez que descubran cómo hacerlo. ¡Déjelos probar!
- Permita también que sus hijos le hagan las preguntas. Pueden aprender de sus respuestas.
Plantee situaciones o pídales a sus hijos que lo hagan:
- Use escenas reales y ejemplos de la vida del niño.
- Por ejemplo: ¿Qué harías si trepas a un árbol, pero luego no sabes cómo bajar? O ¿qué harías si durante tu fiestas de pijamas en la casa de Jeffrey te despiertas asustado en medio de la noche?
- La idea no es asustar ni bombardear a su hijo a preguntas en un solo juego; solo haga una o dos preguntas relacionadas con los límites y el abuso sexual.
- Por ejemplo: ¿Qué harías si el hermano de Sam te pidiera que mires fotos de personas desnudas? O ¿qué harías si la tía Kim te pide que vayas a su habitación y cierra la puerta?
- Usted es quien mejor conoce a su hijo, si muestra entusiasmo, imítelo. Si parece temeroso o ansioso, anímelo y no lo presione.
- Espere las ideas del niño y trate de no ayudarlo a expresarlas menos que el niño realmente no sepa qué decir.
- Si el niño no puede pensar en una solución, ayúdelo primero con indicaciones abiertas.
- Por ejemplo: Pensemos en las ideas que tenemos. O ¿qué es lo primero que podrías intentar? O ¿hay alguien cerca que pueda ayudar?
- La posibilidad de crear sus propias soluciones genera confianza para solucionar problemas en todos los ámbitos, no solo en aquellos mencionados.
- Es más probable que los niños recuerden la solución que ellos mismos pensaron.
El juego “¿Qué harías si…?” es una oportunidad excelente para fortalecer su vínculo con sus hijos, lo que finalmente puede servir para protegerlos del abuso. ¡Desarrollar este vínculo es esencial y no es difícil de lograr!
¿Busca recursos o apoyo? Llame al 866.FOR.LIGHT o envíe un mensaje de texto con la palabra LIGHT al 741741 para obtener respuestas a sus preguntas o conversar con un consejero capacitado en crisis durante las 24 horas, los 7 días a la semana, sin cargo. Todas las conversaciones son confidenciales.
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